Donde el Miño se convierte en horizonte
Hay casas que no necesitan grandes gestos para conquistar. Basta una mirada desde el salón, y el río hace el resto. Esta vivienda, situada en Rúa Santiago, a solo diez minutos del centro y a un suspiro del paseo de Ponte Romana, se abre al suroeste para regalar tardes infinitas de luz, vegetación y cielo. Un lugar donde vivir es también contemplar.
Distribuida en dos plantas que suman 173 m², esta vivienda dúplex ofrece espacios con alma y posibilidades para imaginar sin prisas. La entrada, discreta y acogedora, da paso a un salón comedor donde las vistas se convierten en protagonistas. Justo al lado, una estancia con puertas correderas amplía el juego: despacho, dormitorio de invitados, rincón de lectura… lo que tú necesites que sea. La cocina, amplia y con galería, mantiene el ritmo funcional de esta planta, que también incluye un dormitorio y un baño.
Subiendo las escaleras de roble llegamos a la planta alta, donde la calma se reparte entre 4 habitaciones. La principal, generosa en metros y en luz, incorpora armario empotrado de gran capacidad y un baño en suite con dos senos y ventana. Otra de las habitaciones también disfruta de las mismas vistas al Miño, y un tercer dormitorio completa la zona de descanso. El baño común de esta planta, con ducha y luz natural, suma comodidad sin perder calidez.
Suelos de parquet de espiga, ventanas Climalit y Velux, puertas de roble y un estado que permite entrar a vivir o reinventarlo con una reforma a medida. Además, cuenta con ascensor, una plaza de garaje amplia y trastero. Y todo esto, a pasos del paseo del Miño, de las terrazas al sol, de los caminos entre árboles donde los días se sienten más largos.
VISTAS, LUZ Y VIDA A DOS PASOS DEL MIÑO