Las viviendas familiares han evolucionado para ofrecer algo más que metros cuadrados: buscan comodidad, luz y espacios bien aprovechados. Este dúplex de 155 m² responde a esa necesidad con una distribución pensada para la vida diaria, combinando amplitud y funcionalidad en cada rincón. Su diseño totalmente exterior garantiza una luminosidad excepcional en todas las estancias, con una orientación sur que permite disfrutar del sol desde la mañana hasta el atardecer. Además, su ubicación es todo un privilegio, con la Avenida de A Coruña a tan solo 100 metros y el Paseo del Río Rato a poco más de cinco minutos andando, un entorno ideal para quienes buscan una conexión entre ciudad y naturaleza.

La vida en este hogar fluye con naturalidad. La planta baja alberga una suite acogedora, donde el día empieza con la luz filtrándose entre las cortinas y el silencio de la mañana invitando a la calma. Sus armarios empotrados aportan orden, y el baño con cabina de hidromasaje y ventana se convierte en ese rincón de desconexión al final del día. Al otro lado, la cocina, moderna y bien equipada, tiene un espacio office junto a un ventanal que enmarca la ciudad, creando el escenario perfecto para un desayuno pausado o una charla en buena compañía. El salón, de líneas limpias y proporciones cuadradas, recibe la luz a través de dos grandes ventanales que parecen invitar al exterior a formar parte del interior. Bajo la escalera de roble, el espacio se ha aprovechado con un almacenaje discreto pero generoso, siempre listo para guardar recuerdos y pequeñas cosas cotidianas.

Y, como un extra de funcionalidad, esta planta cuenta con un amplio cuarto de plancha, un espacio versátil que se adapta a las necesidades diarias del hogar. Aquí, la organización cobra sentido, convirtiéndose en un rincón práctico donde todo tiene su lugar y el orden fluye con naturalidad.

Subir a la planta superior es descubrir otra dimensión de la casa. Tres dormitorios dobles ofrecen espacio para cada miembro de la familia, mientras que el baño, amplio y con ventana, sigue la misma línea de comodidad y bienestar. Pero la verdadera joya está más allá de la puerta: una terraza de 15 metros cuadrados que se convierte en el rincón favorito del hogar. Aquí, el sol es un huésped constante, el aire fresco renueva los pensamientos y las vistas despejadas, con la montaña en el horizonte, regalan una sensación de libertad difícil de encontrar en plena ciudad.

Este dúplex, además de luz y amplitud, ofrece una vida conectada y accesible. Su edificio sin barreras arquitectónicas y dos ascensores facilitan el día a día, mientras que la plaza de garaje cómoda y el trastero añaden un extra de practicidad. Y cuando la ciudad llama, la Avenida de A Coruña conecta con todo en cuestión de minutos. Sin renunciar a la tranquilidad de un paseo por el Parque de la Milagrosa o una escapada al Paseo del Río Rato, este hogar consigue el equilibrio perfecto entre la calma y la vida urbana.

LUZ, ESPACIO Y TERRAZA, UN DÚPLEX QUE LO TIENE TODO PARA DISFRUTAR DE TU NUEVA VIDA