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A veces no hace falta que una vivienda sorprenda con grandes alardes; basta con que te lo dé todo… y lo dé impecable. Como este dúplex, cuidado al milímetro, lleno de luz y con ese equilibrio que hace que todo encaje.

Situado entre Avenida de A Coruña y Camiño Real, en una zona que empieza a transformarse suavemente con tramos peatonales y accesos cada vez más cómodos al centro, este dúplex de 138 metros cuadrados respira orden, calidez y sentido estético. Un hogar que se ha cuidado con mimo y se mantiene con esa elegancia tranquila que no necesita presentación. Se nota en cada rincón: nada desentona.

En la planta baja, el salón comedor se abre con un gran ventanal que llena de claridad las texturas suaves y los tonos neutros. La cocina, totalmente equipada, se completa con un cuarto tendedero y conecta con una zona office versátil, pensada para adaptarse: rincón de trabajo, salita íntima o dormitorio. También hay un baño completo, funcional y con estilo.

Arriba, los tres dormitorios recogen la calma del día, entre ellos una habitación principal espaciosa, con armario empotrado y alma serena. Todo se entrega amueblado, con una orientación este-oeste que acompaña la luz desde la mañana hasta la tarde.

El edificio, sin barreras arquitectónicas, suma extras que hacen la vida fácil: una amplia plaza de garaje, trastero con ventana en la entreplanta y un estado general impecable.

UNA VIVIENDA COMPLETA, CUIDADA Y LISTA PARA EMPEZAR DE NUEVO CONTIGO.