En Begonte, se alza esta casa de piedra en excelente estado estructural, con un tejado sólido que protege su historia y esencia. Envuelta en la serenidad de la naturaleza y a pocos metros del río Ladra, cuyas aguas susurran un rumor constante de calma, disfruta de una ubicación privilegiada, bien conectada con la N-VI y la A-6, pero con la paz de un rincón resguardado donde la intimidad y la comodidad van de la mano.

Un hall abre paso a los 90 metros de la planta baja, donde la sala ofrece un espacio versátil para el día a día, con la calidez propia de un hogar pensado para disfrutar con tranquilidad. La cocina, independiente y equipada con una tradicional cocina de leña, mantiene el carácter rústico de la vivienda, mientras que el baño, con bañera y ducha, aporta funcionalidad sin renunciar al encanto de lo auténtico. En esta misma planta, una estancia con lareira y horno de leña evoca la esencia de los antiguos hogares gallegos, un rincón donde el fuego crepitante se convierte en el alma de la casa. La calefacción de gasoleo refuerza la sensación de confort, asegurando bienestar en todas las estaciones.

Arriba, la planta de 125 metros ofrece un comedor y cuatro habitaciones, con espacio aún por aprovechar y salida directa a la finca, un terreno llano de 2.100 metros cerrados perimetralmente, al que se suman otros 800 metros frente a la casa, abiertos a múltiples posibilidades.

Junto a la vivienda, una «palleira» de 62 metros y dos alturas permite resguardar un coche en su planta baja, mientras que el «hórreo» se alza como testigo de la tradición gallega. Un conjunto auténtico y con carácter en un entorno natural privilegiado.

UNA CASA CON ALMA, DONDE LA HISTORIA Y LA NATURALEZA SE ENCUENTRAN.