La vida en la ciudad se vuelve más íntima, más a medida, cuando se vive en una casa como esta. En Aceña de Olga, en la elegante calle Alfonso X El Sabio, este chalet construido en 2010 ofrece el equilibrio perfecto entre amplitud, privacidad y confort. Con 309 metros cuadrados distribuidos en tres plantas —más una planta sótano de 220 m²— y todo conectado por ascensor, es un hogar que entiende de comodidad sin perder elegancia.

El porche de entrada nos recibe con esa sensación de hogar sólido y cuidado, y la planta principal se despliega desde un hall amplio que da paso a un salón luminoso, enmarcado por grandes ventanales que dejan entrar la luz como protagonista. Un aseo de cortesía añade practicidad al día a día, mientras que la cocina, conectada mediante puertas correderas a un generoso espacio de office o comedor, se convierte en mucho más que cocina: un espacio donde desayunar con calma, conversar, o preparar una cena para compartir. Desde aquí, la casa vuelve a mirar hacia fuera, regalando una terraza perfecta para los días largos y las veladas al aire libre.

Toda la vivienda camina sobre madera de merbau, una esencia noble que viste cada estancia con calidez y distinción. En la planta alta, el descanso se reparte en cuatro dormitorios con armarios empotrados, espacios generosos y llenos de luz. La suite principal, con su propia terraza y vistas abiertas al este, incorpora un vestidor, baño con ducha y ventanales de corredera con persianas eléctricas, como en toda la casa. Esta planta, además, cuenta con otro baño completo con ducha y un sistema de bomba de calor que aporta confort climático en cada estancia, sumándose a la calefacción por gas natural, a las placas solares y al sistema de aspiración centralizada que recorre toda la vivienda.

En el semisótano, la casa baja el tono y se vuelve íntima: un gran salón con chimenea francesa invita a la calma, un baño con bañera de hidromasaje sugiere desconexión, y una sala de lavandería, junto a una habitación extra con salida a un espacio verde, amplían las posibilidades sin perder estilo ni coherencia.

Y por último, el sótano: más de seis coches caben con holgura, con un acceso cómodo y directo que demuestra que aquí, hasta el aparcamiento se entiende como parte del confort. Porque disfrutar de una casa así, dentro de la ciudad, no es lo habitual. Pero cuando ocurre, se entiende por qué insistiese tanto el corazón en buscar algo distinto.

LA FUSIÓN PERFECTA DE DISEÑO Y CONFORT, PARA VIVIR LA CIUDAD DE UNA MANERA ÚNICA